MAYO

*Advertencia: Este episodio contiene conflictos familiares, abuso emocional y comportamiento narcisista*

No recordaba mucho de mi padre. Los buenos momentos se habían desvanecido, aunque había fotos en casa que contaban historias que no podía recordar con claridad. Una foto me impactó: aquella en la que teníamos la cara llena de helado, pero lucíamos una gran sonrisa para la cámara. Pero en medio de la confusión, los recuerdos de los momentos difíciles seguían vívidos. De niña, me escondía en mi habitación, con lágrimas en los ojos, mientras las peleas empeoraban. Por suerte, nunca fueron físicamente violentas, pero eso no las hizo menos dolorosas.

A medida que crecí, empecé a comprender que mis padres no se querían a sí mismos y que la única razón por la que seguían juntos era por mí. Sin embargo, no podía ser el pegamento que mantuviera unida a nuestra familia, por mucho que lo deseara. Las palabras hirientes de mi madre se volvieron cada vez más insoportables. Finalmente, mi p