Capítulo 1499
—¿Malentendido? ¿Acaso no fuiste tú quien maquinó para alejarla de Lucío, haciéndola sufrir todos estos días? Te doy una noche para explicarte, si no me dices dónde está mi hija, te aseguro que pagarás el precio.

Ivins dejó caer estas palabras con frialdad antes de darse la vuelta y marcharse.

Ana, completamente ajena a la situación, cerró la puerta, todavía confundida.

Sin embargo, la noticia del regreso y posterior desaparición de Lantit no era algo bueno. Aunque Ana no tenía mucha habilidad para encontrar personas, no tuvo más remedio que contactar a Lucío.

Al enterarse de la desaparición de Lantit, Lucío también se preocupó mucho. Intentó contactarla de inmediato, pero, como esperaba, no pudo localizarla.

El rostro de Lucío se tornó sombrío. Aunque no habían estado en contacto recientemente, siempre había pensado que Lantit estaría segura en casa. Era un alivio pensar así.

Pero ahora que había regresado y nadie sabía dónde estaba, Lucío no pudo evitar preocuparse. Después de todo,
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