Lantit reflexionó un momento; si hubiera sido antes, seguramente no habría tolerado tal humillación. Pero después de haber visto los métodos de Lucas, finalmente asintió con la cabeza.
—Estoy de acuerdo contigo, puedes mandar a alguien para vigilarme, siempre y cuando no destruyas más el negocio de mi padre.
Lucas desvió la mirada, lo que significó una aceptación tácita. Ordenó a sus subordinados que arreglaran un lugar para que Lantit se alojara y envió a una mujer de confianza para que la custodiara.
Lantit no mostró ninguna objeción; en su situación actual, no tenía otra opción.
Por otro lado, Lucas tampoco tenía intenciones de maltratar a Lantit. Tras la prueba del detector de mentiras, pudo percibir que ella realmente no había cometido esos actos. Sin embargo, por precaución, decidió mantenerla vigilada y planear su próximo movimiento para evitar complicaciones innecesarias.
Después de que Lantit fuera llevada, Lucas contactó a Ivins.
Ivins, quien estaba ocupado con asuntos de la