Nuria

Parpadeé. Una. Dos veces.

"¿Qué?".

"Es que... se está diciendo por ahí que acabaste en el hospital porque él... perdió el control. Que desafiaste al Alfa y él... bueno... ya sabes cómo corren los rumores".

Solté una risa, baja e incrédula.

"Stefanos podrá ser un loco, posesivo, controlador... Pero no es sádico. Si fuera Solon, hasta podría creérmelo. ¿Pero él? No".

Jenna me miró como si esperara una justificación mejor.

"Además...", suspiré, apoyando las manos en las rodillas, "recuerdo cómo me enciende. Cuando está cerca. Cuando dice esas cosas con esa voz maldita. Cuando me mira como si fuera capaz de devorarme... y salvarme al mismo tiempo".

Ella abrió los ojos de par en par. "¿¡Hola!?".

"Me siento como una idiota en sus manos, Jenna. Mi loba se rindió. Y lo peor... yo también". Solté el aire en un suspiro, odiándome un poco por admitirlo. "Todo lo que hace, todo lo que dice, su olor, su sabor... todo me hace babear por ese idiota".

Jenna soltó una carcajada fuerte, casi cayé