422. Mi dominio
Jason
Ella rechazó el ala médica.
Dijo que estaba bien. Que no necesitaba cuidados.
Pero yo lo vi. Vi cómo sus manos temblaban cuando pensaba que nadie la estaba mirando. Vi la forma en que sus ojos buscaban, inquietos, como si cargara el peso de todas las demás sobre sus hombros.
Entonces, la llevé a mi habitación.
Mi territorio. Mi espacio. El único lugar donde estaba seguro de que podría envolverla con mi olor, mi presencia… y tal vez hacer que ese miedo se silenciara por unos instantes.
Cerré la puerta detrás de nosotros. Kiara todavía llevaba la ropa rasgada, marcada por la sangre seca y la tierra de la carretera. Caminó hasta la cama en silencio, sus pasos lentos, casi mecánicos, como si aún estuviera atrapada en lo que había sucedido. Se sentó en el borde, sin decir una palabra, con la mirada perdida en algún punto distante… como si el mundo a su alrededor se hubiera silenciado.
Fui al armario, aún desnudo, y saqué unos shorts oscuros, vistiéndome rápido. No quería dejarla sola