342. Aún nos queda un largo camino
Jason
El cuerpo aún vibraba.
Cada fibra, cada músculo, cada latido de mi corazón... solo existían por ella.
No podía pensar en otro lugar donde debería estar.
No podía imaginar otro tacto, otro olor, otra voz... que me calmara.
Solo ella.
Solo allí, dentro de ella. Dándole todo lo que tenía, todo lo que soy.
Cuando el placer explotó, arrastrando todo consigo, apoyé la frente en su hombro.
Jadeante. Roto. Completo.
Solo el sonido de nuestra respiración llenaba el pequeño espacio.
Y entonces... bajito, ella susurró:
"¿Crees que alguien nos oyó?"
Aparté la cara, aún con una sonrisa cansada.
Le di un pequeño beso en los labios, solo para sentir de nuevo ese sabor que me volvía loco.
"Si alguien te hubiera oído... tu padre ya estaría aquí arrancándome la cabeza."
Ella soltó una risa suave y asintió.
Se bajó de mi regazo con un pequeño suspiro, acomodándose el vestido.
Pero... algo nubló su mirada.
Fruncí el ceño. Toqué su rostro con cuidado.
"¿Qué pasa?"
Ella sacudió la cabeza, intentando