332. Va a pasar
Kiara
Parecía un zombi.
No había podido dormir después de aquel mensaje.
La almohada aún guardaba mi olor, pero también el sabor amargo de la madrugada en vela, el pecho ardiendo, la mente girando sin parar.
La frase... aquella frase...
"Te amo."
Seguía taladrando en mi cabeza como un tambor incesante, haciendo eco con cada respiración, como si el mismo aire que aspiraba estuviera hecho de aquellas palabras.
No sabía que quería tanto escucharlas... hasta que él las dijo. O mejor dicho... las escribió.
Mi loba entró en desesperación al instante. Quería que fuera tras él. Que lo encontrara. Que hablara con él. Que intentara entender. Perdonar. Ceder.
Pero... ¿en qué me convertiría eso?
¿Qué sería de mí si dejara mis principios, mi razón... de lado, por esta pasión desesperada que me estaba ahogando, desgarrándome por dentro, dejándome sin piso?
No quería escuchar a nadie. No quería hablar con mi padre. Ni con mi madre. Ni con nadie de la casa.
Porque si abría la boca... si escuchaba un