258. Inicio del plan
Jason
Volver a casa con esa sonrisa en el rostro fue casi un acto de provocación al destino.
O una advertencia.
La puerta automática se abrió con un leve clic, liberando el aire acondicionado helado y el olor a madera del ambiente. El mármol bajo mis pies brillaba, pulido con esmero por empleados que nunca veíamos. Nuestra casa no era una mansión de Alfa... pero era más que suficiente. Comodidad, lujo discreto, máxima seguridad. No faltaba nada. Excepto... el trono que él perdió.
Mi abuelo estaba en el despacho, como siempre. Sentado en el sillón de cuero, con una copa de vino al lado y una pantalla holográfica con datos de seguridad.
"Desapareciste". Ni siquiera quitó los ojos de la proyección.
Tiré la chaqueta sobre el sillón de enfrente y me dejé caer en el sofá sin ninguna ceremonia.
"Fui a despejarme".
"Tienes que dejar de huir de tus responsabilidades, Jason. Es hora de poner en marcha el plan. Ya pasó el momento".
Puse los ojos en blanco y sonreí, estirando las piernas como qui