12. Un banquete para Boreal
Nuria
Las palabras de Stefanos me golpearon como una lámina fría.
"Serán enviadas de vuelta a sus manadas de origen."
¿De vuelta?
¿De vuelta a dónde?
No había un hogar esperándome. No había nada más.
Mi familia estaba muerta.
Mi manada había sido quemada.
No tenía un lugar al que regresar.
Y aun así, él hablaba con esa maldita arrogancia, como si nos estuviera ofreciendo un regalo. Como si me estuviera dando una opción.
El nudo en mi garganta amenazaba con asfixiarme. Pero no lloraría. No allí.
No delante de esas personas que me juzgaban.
Y, sobre todo, no delante de él.
Respiré hondo, ignorando la mirada penetrante de Stefanos.
Él se giró hacia la multitud. "Disfruten de la fiesta."
La gente respondió con gritos y aplausos. Pero yo solo podía escuchar el rugido de mi propio odio.
Stefanos entregó el micrófono al hombre a su lado y se acercó a donde estábamos. Las esposas de Solon.
"Disfruten de la fiesta," dijo, con voz fría. "Pero si intentan escapar..." Hizo una pausa y luego me mi