— ¿Cómo es que aún no dan con el?— Abri los ojos y vi a Said hablando con alguien — Joder mauricio necesito saber de quién debo protegerla!— Exclamó.
Estaba hablando de lo sucedido, eso podía notarlo.
— ¿Todo está bien?— Hable, el se giró y colgó al verme despierto.
—¿Te he despertado?— Negue aunque la verdad es que me sentía emocionada, al fin saldría de aquí — Se que si, lo siento ¿Cómo te sientes?— Pregunto.
— Muy bien ¿Ya es hora de irnos?— Pregunté ansiosa lo ví reír levemente
—Aun no — Me dijo volviendo a su expresión neutral.— El doctor aún no firma el alta— me explico.
— Ya me quiero ir— Confese — Estoy cansada de estar aquí, tengo mucho trabajo y ya quiero irme— el se sentó a mi lado.
Me gusta el Said que me muestre vez en cuando, este cariñoso y atento Said.
— Necesitas estar de reposo Alaya, se que tienes cosas que hacer y lo entiendo, entiendo que amas tu trabajo y que tienes cosas que resolver pero por favor tomate todo con calma — Asenti. Por un segundo pensé si debí pre