Lugar desconocido, año 6642.
La Esfera reapareció en medio de un paisaje totalmente desértico. Saki salió de la misma rabiando y llorando de ira. Pateó la Esfera, pateó el suelo, se lanzó a llorar y golpeó el suelo con sus puños desnudos.
—¡¡Maldita!! ¡Maldita sea! ¡Malditos sean todos!
Las horas transcurrieron con Saki llorando y gimiendo sobre el arenoso suelo. Cuando logró calmarse un poco decidió ir a buscar rastros de civilización. Se colocó ropa que le protegiera del sol, tomó la pistola con la que tiempo atrás había salvado a Astrid de ser violada por unos romanos y la cargó, y aferró también una cantimplora con agua tras lo cual se dispuso a ir en búsqueda de vida.
Así, caminó y caminó largamente por muchas millas a través de pá