—Perdón, señorita, ¿la lastimé? —le preguntó Santoro, tratando de tocarla con la mano, pero Melissa retrocedió.
¿Es ella? —Pensó Vicent, recorriéndola con la mirada de una manera inquisitiva que molestó a Melissa. Vicent detuvo su mirada en la cicatriz del rostro de Melissa e instintivamente negó con la cabeza, lo que hizo sentir muy mal a Melissa, ya que se sintió despreciada por él.
Ella estaba lista para abofetearlo, para gritarle sus verdades, pero estaba tan desconcertada. En la mirada de ese hombre había inquietud y curiosidad, sus ojos reflejaban un interés especial. Parecía que en realidad no la conocía, definitivamente que este maldito era un gran actor, así la engañó una vez y ahora pretende volver a hacerlo.
Ella solo negó con la cabeza y se dispuso a seguir con su camino. Si él quería ignorarla para ella en este momento, era lo mejor. Ella no quería a ese hombre cerca de sus pequeños. Con el corazón roto se dispuso a marcharse, cuando de pronto una vocecita la hizo deten