Tenía remordimiento por engañar a Jacob, pero debía recordar que sus días estaban contados y no precisamente por los secuestradores, el problema en su corazón tenía corriendo el reloj marcha atrás desde su nacimiento.
Debía tomar una decisión, hacer realidad su más grande anheló o respetar la palabra dada a Jacob. Se suponía que la decisión debía ser fácil, pero a Liesel le costaba engañar y sobre todo herir a las personas que apreciaba, de primera mano sabía lo que ese tipo de dolor podría causar.
Después de pensarlo, llegó a una decisión, nadie viviría su vida ella y nadie moriría en su lugar, así que por más que le causará pesar por Jake, en esta ocasión iba a seguir a su corazón.
Busco a Derek y lo encontró en el centro de video vigilancia.
—¿Necesitas algo?
—Yo… ¿Estás ocupado? —aún no sabía que iba a decirle.
—¿Es urgente?
—No —se apresuró a responder
—Dame un par de minutos y enseguida estoy contigo, de acuerdo.
—Te espero en el jardín.
—Enseguida estoy contigo.
Liesel nunca