C253 - EL DESPERTAR DE ASHLEY.

Ashley despertó con un gemido ahogado.

El dolor la golpeó primero, punzante y ardiente, como si su cuerpo hubiera sido arrastrado por rocas afiladas. Intentó incorporarse, pero un agudo pinchazo en el costado la obligó a recostarse de nuevo, jadeando.

—¡Ya despertó, ya despertó, hermanita! —una vocecilla infantil resonó cerca.

Ashley parpadeó, desenfocando la vista. Y vio a una niña de no más de nueve años, con trenzas despeinadas y ojos curiosos, inclinándose sobre ella.

—No te levantes —dijo otra voz —. Estás mal herida.

Ashley giró la cabeza con esfuerzo.

Y ahora era una joven rubia, de rasgos suaves pero marcados por el trabajo duro, estaba en sus veintes y a su lado, sosteniendo un cuenco de agua. Detrás de ella, la cabaña era pequeña, con paredes de madera gastada y un olor a hierbas medicinales que quemaba la nariz.

—¿Dónde…? —sintió como si hubiera tragado arena—. ¿Dónde estoy?

—En las afueras de Lumenvale, cerca del Bosque de los Susurros —respo