C240-SOMOS COMPAÑEROS DESTINADOS.

Drakos la alcanzó antes de que pudiera alejarse y le tomó el rostro con ambas manos, apoyo la frente contra la de ella y cerró los ojos.

—No me dejes… —suplicó —. Te lo ruego…. no me dejes…

Ashley no se movió y aunque su pecho dolía y sus manos temblaban por abrazarlo, lo contuvo. Sus ojos, húmedos, miraban al vacío, intentando no caer.

—Ya lo hiciste, Drakos. Lo hiciste en el momento en que decidiste que tu trono valía más que yo.

Él negó con la cabeza, desesperado.

—¡No es así! ¡No es eso! ¡Estoy atrapado, Ashley! Esto no es lo que quiero… —su voz se quebró, pero se obligó a seguir—. Es lo que debo hacer. Mi gente… si no les doy un heredero… no puedo decidir.

Ella lo miró, pero no habia odio, sino con un dolor seco.

—Drakos… tu eres mi compañero. Y los compañeros no se comparten, si te acuestas con ella… entonces también me destruyes… ¿Pensaste en eso? ¿Pensaste en mi loba? De alguna manera u otra, sufriré. No hay nada que hagas para evitarlo.

Él ba