C170- NO PUEDES LUCHAR CONTRA EL DESTINO.

Kendra estaba en la guardería, ayudando a ordenar mantas y juguetes, cuando Nix —una de las lobas más chismosas de la manada— entró como un torbellino, con los ojos brillantes.

—¡KENDRA! ¡Acabo de ver al general dragón entrar al salón del trono! —exclamó, mordiendo su puño—. ¡Por las diosas, ese hombre es un monumento andante!

Kendra dejó caer el juguete que sostenía. «¿Qué?»

—¿Y qué… qué quiere aquí? —preguntó, tratando de sonar indiferente, pero su voz sonó un poco más aguda de lo normal.

Nix se acercó, maliciosa.

—Pues preguntó por ti. Y no con esa cara de "hola, pasaba por aquí". No. El muy imponente y sexy dragón vino a hablar con nuestro Alfa… —hizo una pausa dramática—. ¡A pedir tu mano!

Kendra sintió que el suelo se abría bajo sus pies.

—¡¿QUÉ?! —casi gritó, atrayendo miradas de las otras lobas.

Todas se acercaron, murmurando entre risas y codazos:

—¡Es el guerrero más poderoso después de Drakos!

—¡Y es tan masculino!

—¡Hasta yo sentir