C162- HECHIZO AL AMANECER.
C162- HECHIZO AL AMANECER.
La cabaña quedó en silencio después de que Willow se marchó. Odette y Zayden se miraron, el aire entre ellos cargado de palabras no dichas.
De repente, los dos hablaron al mismo tiempo:
—Creo que debemos hablar.
Se quedaron quietos un instante antes de reírse, rompiendo un poco la tensión.
—Hazlo tú primero —dijo Odette, cruzando los brazos pero con una sonrisa juguetona en los labios.
Zayden asintió y respiró hondo, como si estuviera preparándose para soltar un peso que llevaba meses cargando.
—Estoy enojado... pero no contigo —comenzó, las palabras saliendo a trompicones—. Estoy enojado conmigo mismo. Por no haber podido salvarte antes. Porque tuviste que soportar a Leonard...
Odette lo escuchó en silencio.
—No me juzgues por eso —murmuró Zayden, apretando los puños—. Pero la idea de que estuviste en sus brazos... me mata.
Odette lo miró como si acabara de crecerle otra cabeza.
—Leonard jamás me tocó —dijo, tajante—. Nunca lo permitiría.
Zayden se quedó ti