C146- SEXY ENOJADA.Mientras los dragones incendiaban el cielo y Zayden despedazaba sin piedad a los lobos de Leonard, Willow y Noah se deslizaban entre corredores oscuros.La pelirroja giró la cabeza hacia su compañero.—¿Dónde crees que pueda estar? —preguntó, con los ojos recorriendo el pasillo a su izquierda.Noah no dejó de avanzar. Estaba tenso, olfateando el aire y atento a cada ruido.—Con lo obsesionado que está ese bastardo, no me sorprendería que la tenga en su habitación.Willow se detuvo en seco y lo miró con reproche.—¿Qué estás tratando de decir?Noah también se detuvo y se encogió de hombros sin mirarla.—Nada. Solo la verdad. Para nadie es un secreto que Leonard lleva tiempo queriendo acostarse con ella y Zayden lo sabe.Willow no dudó. Avanzó un paso y le soltó un puñetazo en el estómago. Noah se encorvó un poco, soltando un gruñido contenido.—Me dieron ahí, nena…—Pues yo te abro todas las heridas si vuelves a decir eso. ¿Es que son cerrados o qué? Odette simpleme
C147- DESPEDAZAR CON MIS PROPIAS MANOS.Odette seguía corriendo. Sus piernas dolían, el pecho le ardía, pero no paraba. El castillo era un infierno. Todo a su alrededor era fuego, escombros y cuerpos, la manada estaba en caos, algunos gritaban, otros lloraban, muchos huían sin rumbo.Pero ella no.Ella tenía un objetivo.Su bebé.El pequeño iba envuelto contra su pecho, completamente dormido a pesar del ruido. Pero cuando giró por uno de los patios laterales, el camino se cerró de golpe.Cinco guerreros de Leonard la rodearon, altos, armados y manchados de sangre. No se inmutaban ante el fuego que caía del cielo, en cambio sus ojos eran fríos y vacíos.Uno de ellos sonrió con asco.—¿A dónde crees que vas, zorra? ¿Planeas escapar con el hijo de la bestia?Odette apretó más al pequeño Zayden contra su pecho. El miedo le arañó el estómago, pero no lo dejó salir.—Si uno solo de ustedes le toca un cabello a mi hijo, los voy a despedazar con mis propias manos.Los guerreros soltaron una c
C148- NO ES TU GUERRA.Odette no se movía, solo lo miraba.—Zayden… ¿eres tú? ―susurró.Él apartó la vista del bebé y clavó sus ojos en ella. Sus pupilas seguían rojas y su expresión no tenía ternura, ni alivio. Solo tensión y juicio.Odette sintió un escalofrío. Tragó saliva, pero no era miedo, era no saber qué pasaba por su cabeza. Y antes de que pudiera decir algo, voces familiares los interrumpieron.—¡Por la diosa…! —dijo Willow al aparecer con Noah—. ¡Estás aquí!La pelirroja corrió sin dudar y abrazó a Odette con fuerza y ella no se movió, aún tenía la mirada fija en Zayden. Willow vio al bebé y sus ojos se abrieron con emoción, casi sin poder hablar.—¡Diosa… es… es hermoso, Odette! Santo cielo… es…—No es momento para charla, Willow —interrumpió Zayden, frío, sin quitar los ojos de Odette —Esta guerra aún no ha terminado. Leonard sigue vivo… y yo voy a acabar con él.Odette sintió un nudo en el pecho.No era por Leonard. A él lo quería muerto desde que le había puesto un dedo
C1- NACIÓ MUERTO.—¡Ya viene, Luna, ya viene! —dijo la sanadora—. El cachorro ya pronto estará en tus brazos. ¡Puja, puja con todas tus fuerzas!Odette obedeció. Su cuerpo, tembloroso y empapado en sudor, jadeaba mientras otra ola de dolor la atravesaba. Apretó los dientes, sus manos se aferraron con fuerza a las sábanas empapadas y dejó que su cuerpo se desgarrara desde dentro. De repente, llegó el alivio. Y con él, un vacío abrumador.—Ya está —anunció la sanadora. Pero su tono no era de triunfo, sino de tristeza.Odette levantó la mirada, con los labios temblorosos.—No escucho llanto. No escucho nada. ¿Cómo está? —preguntó, apenas sosteniendo sus palabras—. ¿Por qué no llora? ¡¿Por qué no lo escucho?!La sanadora no respondió al instante. Miró al pequeño cuerpo inerte en sus brazos y luego a ella. Sus ojos lo dijeron todo antes de que hablara.—Fue un niño, Luna... pero... nació muerto.Odette parpadeó, como si no pudiera procesar las palabras.—No... —susurró, su voz quebrándose—
C2- VÍNCULO ROTO.A la mañana siguiente, Odette se levantó de la cama con movimientos lentos; su cuerpo aún estaba débil y adolorido. Kilye, su doncella, la miraba con preocupación.—Mi señora... es muy pronto para levantarse. Está muy débil —dijo la joven loba.Pero Odette negó, ignorando el ardor que aún sentía en su vientre.—No, Kilye. Tengo que verlo. Necesito solucionar esto con Ragnar.La chica suspiró, resignada. Sabía que no había forma de detenerla. Todo el mundo conocía el amor que Odette le tenía a Ragnar, un amor que había nacido desde que eran cachorros. Su unión había sido bendecida por la Diosa cuando sus lobos despertaron, y ese día había sido el más feliz de su vida.Pero esa felicidad se había desmoronado con el tiempo, con cada embarazo fallido, con cada pérdida. Y ahora, su relación pendía de un hilo, pero Odette no estaba dispuesta a dejar que se rompiera.Estaba segura de que lo que Ragnar había dicho la noche anterior era producto del dolor y la ira.Tenía que
C3 - ELLA ME OBLIGÓ.1 MES DESPUÉS…Durante los días siguientes, el vínculo de Odette con Ragnar comenzó a desintegrarse. La atracción que alguna vez sintió por él se desvanecía poco a poco, y con ella, su fuerza. Pero tanto ella como Lía estaban en peligro. La falta de energía la debilitaba cada vez más.Afortunadamente, Kylie, su criada personal, no permitía que se derrumbara por completo. Todos los días le llevaba jugos y comida exótica, y cuando Odette se negaba a comer, la obligaba, como en ese momento.—Mi señora… tiene que comer. Está muy débil —insistió la joven, colocando un plato frente a ella.Odette suspiró y tomó el cubierto con lentitud. Kylie sonrió, satisfecha.—No puede darle el gusto de verla destruida. Esa Briella no es nada comparada con usted, mi señora.Odette entendió a qué se refería.Porque, aunque ya no era la compañera de Ragnar, seguía siendo la hija de Alistair Silvermoon, uno de los antiguos alfas de los siete reinos.—Gracias, Kylie —dijo, tomando la man
C4-RECUPERARLO TODO.«¿Bebé?»El pecho de Odette se contrajo. —¿Cómo pudiste, Odette? —gruñó Ragnar, su mano rodeando su garganta, su agarre era despiadado —. ¡¿Cómo te atreves a intentar matar a mi hijo?! ¡¿Tan resentida estás que serías capaz de hacer algo tan bajo?!Ella agarró su muñeca, luchando por respirar.—¡Ragnar! —exclamó con dificultad—. ¡Suéltame!Pero, en lugar de soltarla, la arrojó al suelo, ella cayó sobre sus manos y rodillas. Y cuando levantó la vista, se encontró con la mirada fría y acusadora de su excompañero.—Mantente lejos de ella —la amenazó—. Es mi última advertencia. Briella está embarazada de mi heredero. Y si tengo que sacarte del medio para que él viva, ten la seguridad de que lo haré, Odette. ¡No me pongas a prueba!La ira y el dolor perforaron su pecho, pero no dijo nada. Solo lo observó girarse hacia Briella y levantarla en sus brazos, como si fuera su tesoro más preciado, mientras la llevaba de regreso al castillo.Horas más tarde, se abrazaba a sí
C5-ALFA ZAYDEN.Zayden entró al gran salón imponente de un verdadero alfa. Su cabello negro caía desordenado y sus ojos de un azul profundo se movieron con astucia sobre la multitud. Alto, musculoso y con la energía dominante de un lobo nato, su sola presencia silenció la habitación.Odette lo miró y sintió una atracción inmediata, un magnetismo innegable. No era solo su apariencia, era su poder, la seguridad con la que se movía. Por otra parte, Briella también lo observaba con interés. Sus labios se entreabrieron sutilmente, como si ya imaginara lo que sería estar bajo el dominio de un alfa como él.Zayden avanzó, y todos se acercaron, ansiosos por saludarlo. Las palabras de bienvenida y las reverencias eran inevitables, sin embargo, de la nada su mirada se cruzó con la de Odette. Ella respiró hondo, armándose de valor, y comenzó a caminar hacia él con seguridad. Y cuando llegó, le entregó una copa con una sonrisa seductora.—Bienvenido, Alfa Zayden —dijo, con un toque de coquetería