C70-VIDA CAÓTICAMENTE HERMOSA.

Sara estaba agotada, con el cabello recogido de cualquier forma y la blusa manchada de leche. Caminaba por la sala recogiendo ropitas, mirando de reojo la cuna donde el bebé dormía plácidamente.

—Esto no puede ser mi vida ahora —murmuró con una mueca—. Estoy hecha un desastre… ¿qué pasó con la mujer que usaba tacones y tenía tiempo para peinarse?

Masón entró con una taza de café en la mano y se apoyó en el marco de la puerta. Sus ojos la recorrieron con ardor, porque para él, no importaban las manchas, ni las ojeras ni el desorden.

La veía más hermosa que nunca. Sara lo notó y se cruzó de brazos.

—¿Qué? ¿Por qué me miras así? Parezco un desastre.

Él dejó la taza sobre la mesa y se acercó con pasos lentos.

—Eres el desastre más hermoso que arrasó mi vida —dijo con voz grave.

Ella rodó los ojos, intentando resistirse, pero se sonrojó.

—Masón, no estoy para tus juegos. Estoy cansada, despeinada y...

Él no la dejó terminar, se inclinó y la besó en el cuell