C63 -TIENES QUE DECIRLE.
C63 -TIENES QUE DECIRLE.
El vuelo a Costa Rica había sido largo y silencioso. Gianna casi no abrió la boca; se limitó a mirar por la ventana, perdida en sus pensamientos. Su madre, al tanto de todo, no la presionó; en cambio, le dio espacio, aunque por dentro se sintiera impotente. Quería ayudar a su hija, pero no sabía cómo.
Gianna pasó cada hora del viaje debatiéndose con su nueva realidad: estaba embarazada, y eso la asustaba y emocionaba al mismo tiempo. ¿Y si no era buena madre? ¿Y si repetía sus propios errores? Pero, junto a ese temor, también había un destello de felicidad: saber que en su vientre crecía una parte de ella y de Adler.
Ya en la villa frente al mar, salió a la terraza. El sol bañaba el océano, y las olas rompían suaves contra la playa privada. El paisaje era perfecto, pero ni esa belleza lograba llenar el vacío que llevaba dentro. Se llevó una mano al vientre y lo acarició con ternura, mientras sonreía débilmente.
—Te mostraré fotos de tu papá, para que sepas qui