C40- EL JEFE DE TODO.
C40- EL JEFE DE TODO.
Claudia estaba sentada en el asiento de cuero del auto lujoso, sus ojos brillaban como si fueran a salirse de las órbitas al mirar cada detalle: el tablero de madera fina, el aroma fuerte del puro de Viktor y el resplandor de los metales dorados. La codicia la devoraba.
—Quién lo diría... —dijo con una sonrisa torcida mientras se acomodaba el escote—. Esa maldita resultó ser una prostituta... y tantas ínfulas que tenía.
Viktor giró apenas el rostro hacia ella y su anillo de oro relució bajo la tenue luz del coche.
—No te equivoques, cariño. Si Gianna es una puta, al menos es fina. Valiosa y de mucho más uso que tú.
El rostro de Claudia cambió al instante, la sonrisa se borró y la rabia le tensó los labios.
—Bueno... ya hice lo que me pidió. Ahora deme mi dinero.
Viktor la miró fijo durante unos segundos, una mirada fría que hizo que Claudia tragara saliva, pero no se apartó.
—Mucho cuidado con cómo me hablas, cariño... Muchos han perdido la lengua por men