C16-EL CANARIO DEL VECINO.

Lo dejó atrás y abrió la puerta, entrando a la mansión con la barbilla en alto y dentro, todos estaban reunidos.

Sophie, la más pequeña, corrió hacia ella y la abrazó con entusiasmo.

—¡Tío! Tu esposa es bonita. No podía creer que fuera ella en la iglesia.

Mason sonrió con orgullo.

—El tío tiene buen gusto.

Sara frunció el ceño y le dedicó un mohín imperceptible, antes de mirar a la niña.

—Tú también eres muy linda.

Después se acercó Estefanía con los brazos abiertos.

—Hola, no nos han presentado, pero soy Estefanía, la esposa de Marshall. Bienvenida.

—Gracias… —murmuró Sara, con una sonrisa breve.

Entonces el abuelo Tom avanzó apoyado en su bastón, con los ojos fijos en ella como si la evaluara pieza por pieza y Sara sintió los nervios treparle por la espalda.

—Bienvenida, querida… Ahora eres parte de esta familia.

Sara intentó sonreír, aunque la voz le tembló.

—Gra… gracias, señor.

—Oh, no, nada de formalidades. Llámame abuelo… como lo hace este imbécil de