~ MAITÊ ~
Gimió de aprobación, un sonido profundo y gutural que vibró a través de mi propio cuerpo, y entonces, con un movimiento fluido y decisivo de sus caderas, se enterró en mí, completamente, sin dejar espacio para dudas o vacilaciones.
Un grito ahogado, una mezcla de alivio y éxtasis, escapó de mis labios. La sensación de llenura, de una completitud absoluta, fue tan arrolladora que por un momento el aire huyó de mis pulmones. El mundo exterior, la nieve, los peligros, las memorias, todo se disolvió, existiendo apenas en la forma de aquel único punto de unión donde nuestros cuerpos se fundían.
Su rostro estaba enterrado en la curva de mi cuello, su respiración jadeante y caliente era un mantra contra mi piel.
"¿Estás bien?", susurró, su voz tensa, cargada de una preocupación que me hizo amarlo aún más. "¿No te estoy lastimando?"
"Shhh", interrumpí, mi voz un hilo de sonido cargado de emoción. "Más que bien. Es... perfecto". Mis uñas se clavaron levemente en la espalda musculosa