Punto de vista de Valen
Caí al suelo con fuerza, con la vista borrosa. El dolor me recorría cada nervio del cuerpo y no podía moverme.
El último ataque de Aleric me había hecho más daño del que creía. Sentía el sabor de la sangre en los labios y las costillas crujiendo tan fuerte que apenas podía respirar profundamente.
Pero nada de eso importaba porque Nireya estaba gritando.
Su voz, aterrorizada al llamarme, atravesó la neblina de dolor como un cuchillo afilado.
Intenté levantarme, intenté alcanzarla, pero mis brazos cedieron.
"¡Joder!", jadeé, intentándolo de nuevo. "Nireya..."
La risa de Aleric resonó por el patio, fría y triunfante.
"Se acabó, Valen. Ella tomó su decisión. Ahora es mía."
"No", grité con fuerza, y la palabra salió apenas un susurro, pero puse toda mi convicción en ella. "No lo es. Nunca lo será".
Me obligué a ponerme a gatas. Todo mi cuerpo temblaba tanto que mi vista se nublaba, pero seguí adelante.
Tenía que llegar hasta ella. Tenía que detener esto.
Mientras in