Quería dar la vuelta y correr directo a casa. Quería saber sí esa mujer se trataba de mi hermana. Y sobre todo, saber sí ese hombre junto a ella era el señor Demián. Pero cómo siempre, tal cosa estaba fuera de mis posibilidades.
Esperé, de pie, hasta que Deniss subió a su coche y se marchó sin notar al señor Demián, apoyado en el Rolls Royce. Después me encaminé hacia él, escondí mis emociones lo mejor que pude antes de reunirme a su lado.
—Mi señor...
No me escuchó, rodeó el auto y sin tacto me estampó contra la puerta del copiloto.
Jadeé a causa de la sorpresa.
—¿Qué hace...?
Volvió a ignorarme, me tomó por los muslos y me alzó en vilo. Me besó con verdadera impaciencia, impidiéndome respirar. Mis pensamientos estaban divididos, pero eso no me impidió rodear su cuello y devolverle el beso con la misma intensidad. ¿Él y mi hermana habían incendiado mi casa y todo dentro de ella? ¿Él sabía dónde se ocultaba Katerin? ¿Él la protegía? ¿Había algo especial entre ambos?
Sin s