Alexander llevo a Clara a su departamento, ayudándola a meterse en la cama.
—¿Segura que no quieres que llame un doctor o quizás que te lleve al hospital? —le cuestiono, pues le angustiaba su desvanecimiento.
—Completamente segura, ha sido la emoción del momento. Solo lamento que mi malestar lo haya arruinado todo —le dijo con lágrimas en los ojos.
—No te preocupes por eso, lo único importante es que te encuentras bien —deseo asegurarle y es que no tenía por qué sentirse culpable.
—¿Seguro que todo está bien?, ¿tu estas bien? —le pregunto, genuinamente preocupada y es que le asustaba lo que el regreso de Emilia podría traer consigo.
—¿A qué te refieres? —respondió Alexander con otra pregunta y es que a decir verdad deseaba evadir su cuestionamiento.
No deseaba mentirle al decirle que nada había pasado, más era consciente de que no seria correcto decirle la verdad.
—Por favor, Alexander. Sabes perfectamente de lo que hablo, me refiero a Emilia —insistió, siendo mucho más específica