La velada fue todo un éxito, como habría de esperarse teniendo en cuanta toda la preparación y el cuidado que tuvieron a la hora de afinar cada uno de los detalles. Deseaban que aquella fuese una noche sin duda especial y única, lo cual lograron.
Tanto los invitados como los medios salieron de ahí con la idea de que aquella fusión no daría más que buena noticias y grandes sorpresas en un futuro cercano. En tanto, que los padres de ambos no podían sentirse más orgullosos de ellos y es que era grandioso todo lo que estaban consiguiendo. Eran conscientes de que habían hecho la mejor elección al ponerlos al frente del imperio que habían construido.
Ambos regresaron al apartamento pasada la media noche. Al atravesar la puerta, Emilia no dudo ni un solo momento en quitarse los altos tacones que usaba para recogerlos y comenzar a caminar sin demora rumbo a su habitación, se sentía exhausta.
—Emilia —la llamo Alexander, más ella solo continúo andando como si