Capítulo 6

En todo el día de trabajo, Ángela, se lo pasó recordando lo que había sucedido siete años atrás, ella siempre está con el temor de que ese hombre se dé cuenta de que ella es la misma chica a la que humilló en el instituto. 

Ella teme que le vuelva a hacer otra humillación dentro de la empresa. Ella no sabe que ese hombre se enamoró de ella sin querer.

Terminó con el trabajo que se le asignó, pasó por la oficina de Mario José, y se despidió de él, por ser su primer día de trabajo cumplirá a cabalidad con lo pedido. Luego se fue a la oficina de Juan Pablo, así se llama el novio de su amigo Ariel. 

Por el momento ella se está hospedando en su misma casa, entonces han quedado de acuerdo en irse juntos cada vez que se pueda.

Ángela no le comentó a Juan Pablo, que ella desde hace mucho tiempo conoce a su jefe, al CEO de esa gran empresa, decidió no contarle nada porque le da pena que alguien más, aparte de su amigo Ariel, se dé cuenta de lo que pasó entre ellos y lo vergonzoso que fue el día de su separación.

Una semana pasó, y Ángela, está muy contenta porque el idiota de su jefe, al que tanto odia, no la ha reconocido aún. Y es que ella evita a toda costa encontrarse con él, solo se acerca a su oficina cuando él se lo pide, pero con la misma sale de volada.

Es día sábado, por lo tanto, hoy les toca salir a las doce del mediodía, Juan Pablo le dijo a la chica, que hoy irán donde Ariel, y de paso ella aprovechará para ir de visita donde su madrina, ya que sus padres han llegado a la ciudad y la quieren saludar.

Pasados unos minutos de las doce, Juan Pablo, estuvo llamando a la chica para irse juntos porque la estaba esperando y no se apuraba, pero ella no le respondió la llamada y él se preocupó porque la chica no daba señales de vida.

— Juan Pablo, ¿a dónde vas? La chica está ocupada todavía y no se puede ir hasta que termine con su trabajo. —Mario José, vio cuando su cuñado se dirigía donde la chica y decidió intervenir su llegada.

— Cuñado, me…

— Jefe… aquí soy tu jefe. —le corrigió.

— Está bien jefecito guapo. —el chico se está mofando de él. —Me disculpa por lo que le voy a decir, pero, el horario de trabajo para todos terminó hace veinte minutos, y Ángela, ya debe de salir también porque se va conmigo para otra ciudad.

— ¿Ángela? —preguntó Mario José, frunciendo el ceño, pues, creía que no podía ser tanta la casualidad de que la chica a la que tanto ha extrañado, se parezca tanto a su nueva empleada y además, que lleven el mismo nombre.

— Sí, Ángela, su nueva asistente. —le respondió el chico, él es inocente, él no sabe nada de la relación que ellos tuvieron en el pasado.

— ¿Recuerdas que un día yo te caché hablando con un tipo al que le decías cosas románticas, y tú me confesaste que estabas enamorado de un hombre?

— Sí, lo recuerdo muy bien, ese día fue una vergüenza total que tú hayas estado espiando mi conversación con el que ahora es mi novio.

— ¿Cómo se llama tu enamorado?

— ¿Para qué lo quieres saber?

— Dímelo, ya sabes que si no me haces caso, yo contaré que tú le vas al otro bando.

— Idiota tenías que ser. Él se llama Ariel, y es el chico más bello que…

— Ya cállate que no me interesa que me describas hasta el tamaño de su polla, solo te pedí su nombre.

— ¿Por qué has sonreído?

— ¡Va! Por nada, ve y saca a la chica, pero no le comentes que sostuviste esta conversación conmigo.

— Qué bueno que has notado que la estás explotando. —comentó el chico, y se dio la vuelta con una sonrisa de haber logrado hacer justicia.

— No puede ser, he tenido durante una semana prácticamente a mi lado a la chica que me robó el corazón cuando era un puto estudiante, es ridículo que no me haya dado cuenta de que es ella, pero es que la verdad está muy cambiada, ha crecido un poco más y aumentó unas libras, ahora se ve más rellenita, pero igual no deja de ser muy hermosa y atractiva. 

—Mario José, se lamenta no haberse dado cuenta a tiempo de que su nueva asistente es la chica que tanto anhela volver a tener en sus brazos.

Como es de costumbre los fines de semana, Mario José, y sus amigos se fueron de fiesta a “Waranas discotec” un lugar único y exótico, para disfrutar de una noche loca y llena de sexo, como a ellos les encanta.

— ¿Qué te pasa que hoy te ves diferente? —le interrogó uno de sus amigos.

— A mí no me pasa nada, no sé qué de diferente me ven. —respondió Mario José, pero en realidad sí, hasta él se siente muy diferente, y todo eso gracias a que está contento porque después de tantos años, ha encontrado a su chica soñada.

— Hola, mi futuro esposo, ya estoy aquí, aunque no me hayas avisado que venías. Pero de igual forma supuse que aquí te encontraría, y por eso me vine. —una chica acaba de llegar y después de darle un dulce beso en los labios, se sentó sobre sus pernas, ella es Amanda, y es la prometida de Mario José.

— Hola Amanda, si yo no te he invitado, ¿entonces a que vienes? —habló en tono cortante.

— ¿Acaso no te da gusto que tu prometida te haya venido a ver aquí? Pues te aclaro que me toca hacerlo de esta forma si quiero verte, porque los días de semana solo sabes decir que no tienes tiempo, en el día porque trabajas y no te gusta que irrumpa en tu oficina, y en la noche no salimos porque estás cansado.

— Por si se te ha olvidado… te lo recuerdo Amanda, tú y yo nos vamos a casar, pero solo porque mi padre así lo quiere, te lo he dicho muchas veces que no siento nada por ti y nunca sentiré pero ni una pizca de amor.

— No me importa que no sientas nada por mí, querido. Tú me convenciste de tener sexo en el instituto y por tu culpa me despidieron, pues ahora que tu padre ha decidido que nos casemos, aguántate. 

En el futuro aprenderás a quererme como tu esposa y madre de tus hijos que seré.

— No te equivoques Amanda, y no es por ofenderte, pero lo único que me gusta de ti es el sexo en las pocas veces que lo hemos tenido, de lo contrario, para mí eres como un cero a la izquierda, no sumas ni restas en mi vida.

— ¿Tú crees que vas a encontrar a la chava de la cual te enamoraste hace muchos años?

— Por supuesto que la voy a encontrar. —Le respondió con una sonrisa, él está contento de haberla encontrado aunque parece mentira, ahora solo es cuestión de hablar con ella para tratar de que lo perdone y esté dispuesta a darle una segunda oportunidad.  

— Está bien que no me quieras como tu futura esposa, lo acepto. Pero, ¿por qué no pasamos un buen rato esta noche? Ya sabes que me encanta quitarte el estrés de la semana. —la chica se le insinúa, pues él siempre ha sido presa fácil de ella.

Los chicos salieron del establecimiento y se fueron a pasar una noche de sexo desenfrenado, cada uno va acompañado con una de las chicas que allí trabajan y sirven como acompañantes, sin embargo, Mario José, mejor, se regresó a su casa y dejó a su prometida para que se divirtiera como ella quisiera. 

Unos días antes, él con mucho gusto aceptaba tener sexo con ella, pero ahora que ya ha encontrado a su amor del pasado, tiene que comportarse si la quiere reconquistar.

Amanda es la maestra que despidieron del instituto cuando los directivos la vetaron del sistema educativo por acusaciones de Mario José, que les dijo que ella había abusado de él.

Luego de seis años, su padre descubrió la verdad y la contactó a ella para ofrecerle una disculpa, y ahora para castigar a su hijo le ha obligado a casarse con ella. 

Mario José no sabe que su padre le está pagando a la maestra para que acceda a unirse en matrimonio con su hijo, él quiere que su muchacho aprenda la lección y que respete a las mujeres sin levantarles falsos para dañarlas y él salir bien parado.

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