Ángela le ha dado una nueva oportunidad al hombre que ama, como bien dicen; el amor todo lo soporta. Ella no tenía planeado hacerlo, pero al ver que el hombre se ha esforzado yendo a terapia con el psicólogo y luego a rehabilitación, eso le ha hecho creer en la fuerza de voluntad que tiene por recuperar a su familia.
— ¿Cómo fue que sacaste una parte de mi ropa? —Preguntó ella, ya que él carga una maleta con algunas de sus cosas personales, y es que él ya estaba bien preparado para lo que iba a hacer y que finalmente salió un total ganador.
— ¿Quién crees que me ayudó?
— ¡Daniel! —Exclamó con toda seguridad. Ella sabe que por el momento es el único de la familia que le ayudaría a su padre en todo lo que él le pida.
— Has adivinado, amada mía.
— Ese muchachito es un plebe completo. —Dijo ella sonriendo.
— Mis hijos son unos amores gracias a la crianza que les has dado, los amo a cada uno con todos sus defectos y virtudes.
— Si vuelves a hacer eso, créeme que no nos iremos hoy. —Advirti