Mundo ficciónIniciar sesiónLa noche mejora por momentos. Primero me entero de los abusos de Alyssa, después Sam me miente una vez más, me cuelo en un maldito gimnasio de universidad, me pillan y para mejorar las cosas ahora estoy encerrada en una jodida celda con Aiden y un ataque de nervios como único aliado.
«¿Puede pasarme algo más?»
Me sostengo la cabeza entre las manos, intentando recordar cómo se respira. Podría decir que comienzo a hiperventilar.
Soy una idiota, debería haberme ido cuando me lo dijo.
—¿Por qué no te fuiste cuando te lo dije? —farfulla Aiden.
—¡Joder!¡No quería dejarte solo! —estallo a la defensiva.
Levanto la cabeza y miro en su dirección. Está de espaldas a mí, con los brazos cruzados, observando a los agentes pasar de un lado a otro. Parece relajado a pesar de que estamos encerrados en una maldita celda y esperando a que nos digan que van a hacer con nosotros.
Me mira por encima del hombro y pone los ojos en blanco.
—Sé cuidarme solo. N







