Qué extraño, ¿una sorpresa? Bueno, ella sabrá que me tiene preparado.
El reloj marcaba las tres en punto de la tarde y de repente el cielo se empezó a oscurecer. Mi corazón aumentó su frecuencia y entonces me sentí nerviosa y acelerada. - ¿Qué te pasa Sara? ¿Por qué actúas así? -Pensé, mientras me dirigía al baño.
-Sara ¿Dónde estás?
-En el baño.
-Ya estoy aquí. Sal rápido.
-Ok ¿Dónde nos vemos?
-En nuestro restaurante favorito, ya sabes el que está en el primer piso.
-Bueno, dame unos minutos mientras bajo, estoy en el último piso.
-No te demores. –Dijo, finalizando la llamada.
Al bajar, la gente estaba acelerada ¿Qué pasa? Afuera llovía ¡Durísimo! pa