La miré y mis ojos estaban inundados. –No te preocupes.
-Pensé que habías traicionado mi amistad. Recordé todo lo que me habías contado sobre Daniel y descubrir que, ese hombre era mi esposo, me hizo sentir tan poca cosa ¡Me hizo sentir utilizada! ¡Te juzgué sin dejarte defender!
-Tifani ¡Lo siento tanto! Nunca quise que vivieras ese dolor.
-No importa, gracias a Dios, he logrado superarlo y hacerme fuerte. Además, no estoy sola… Ángel siempre ha estado junto a mí.
-De no haber sido por esto, no te habrías dado la oportunidad de fijarte en alguien más.
-Así es. También quiero que sepas que, no te culpo. Tú también fuiste víctima de sus garras, a ti también te lastimó y como dicen por ahí “quien lleva armas está dispuesto a utilizarlas” y él utilizó todas