Capítulo 297: Noticias buenas y malas.
Bárbara Summers.
La silueta de Georgina enmarcaba las luces fluorescentes mientras avanzaba, con sus tacones chasqueando sobre las baldosas estériles del hospital.
Se acercó a mí, que permanecía tirada en el suelo, llorando y con las manos temblorosas, sintiendo la peor vergüenza de mi vida.
Los ojos expectantes de todos en la sala de espera, se posaron en Georgina y en mí, esperando seguramente que ella arremetiera en mi contra, y yo la observé con dolor en mi mirada, con miedo, porque no soportaría que ella le creyera a él.
Georgina se mantuvo firme frente a la mirada acusatoria de Lawson, su voz era inesperadamente suave, un murmullo tranquilizador en medio del caos cuando me habló.
Extendió la mano, y con el pulgar apartó las lágrimas que corrían por mis mejillas, luego con sus dedos levantó suavemente mi barbilla para obligarme a mirarla a los ojos.
—No te preocupes, Bárbara. Yo confío en ti. Lawson tiene la mente nublada por la rabia y eso no lo deja pensar con claridad. No per