No podía creer lo que mis ojos veían, Adam y Sofía se estaba besando. Me sentía sumamente enojada y me daban ganar de ir a darles golpes en la cara en ese momento. De pronto vi como Adam la tomaba de los hombros y la alejaba bruscamente lejos de él.
— ¿Qué te pasa? ¿Acaso estás loca? — Le gritó Adam.
— ¿Acaso no fue por eso que llamaste? — Respondió Sofía acercándose nuevamente a Adam.
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