Capítulo 1.

Austin, Texas. 

Ryan: 

—Hola preciosa —acaricié su panza—, ya estas que das a luz ¿eh? Estas hermosa. 

La acompañe a descansar, le deje comida y agua por si lo necesitaba. Luego salí para caminar hacia la casa. Dannielle estaba esperándome con una cerveza. 

—¿Que haces aqui? Sabes que no puedes venir u dejar a mamá sola —le di un beso en la frente. 

—Quería verlos —me sonrio—, además necesito que Dorian me ayude con una tarea. 

—Entiendo —le di un trago a la cerveza— ¿Donde esta? 

—Esta hablando por teléfono con el señor Morgan, parece serio por que lleva un buen rato. 

Me meti a la casa y busqué a Dorian, estaba en la sala parado hablando por teléfono, al ver su aspecto me di cuenta de que era seria la cosa ya que el señor Morgan no suele llamar, al menos no tan a menudo. 

—Si señor, estaremos al pendiente... Cualquier cosa, llameme. 

—¿Paso algo? —lo vi colgar el teléfono. 

—En unos días viene la hija del señor Morgan, viene a quedarse un tiempo. 

—¿Que? 

—Lo que oíste hermano, la Paris Hilton neoyorquina nos viene a joder. 

—Mierda —murmuré.

—No nos queda de otra que darle la bienvenida a la señorita, mañana llega un correo con las especificaciones del señor Morgan para ella. 

La hija de los Morgan tiene muy mala fama, dicen que es prepotente y egocéntrica, no entiendo por que ella querría venir a un lugar como este, no es que este mal el sitio, pero es distinto a la ciudad. 

—De una vez te digo que no pienso tolerar malos tratos hacia mi —lo señalé—, me importa una m****a si es la hija del jefe.

—Ryan —suspiró—, recuerda que debemos mantener silencio si queremos seguir aquí ¿lo entiendes? Estamos en un buen sitio, tenemos comida, techo, escuela para Dannielle, todo... Solo soportemos hasta donde podamos. 

—No me agrada la idea de que me humillen ¿sabes?

—A mi tampoco, pero es la hija del dueño hermano —vino hacia mi para darme un par de palmadas en el hombro—, solo es por un tiempo. 

—Si claro —bufé. 

Los señores Morgan se han portado bien con nosotros, jamás hemos conocido a sus hijos por que a ellos no les gusta este sitio. Pero no tengo que conocerlos demasiado para saber que son unos mimados. 

Pero como dice mi hermano, no nos queda de otra. 

Ahora había que preparar la hacienda para la llegada de la señorita Morgan. Ahora nos tocara ser niñeros, que maravilla. 

(...) 

Al dia siguiente. 

—¡Vamos! ¡Vamos! —avancé con el caballo mientras arreaba las vacas para llevarlas al río. 

No pude dormir pensando en el enorme cambio que se nos viene encima. Pero no nos queda de otra que aceptarlo, solo somos empleados. 

Vinimos de Carolina del norte buscando nuevas oportunidades así que la encontramos, no fue sencillo venir aquí para comenzar se cero, pero nos hemos levantado. Actualmente Dorian y yo somos los capataces de la Hacienda el Dorado, el señor Morgan la compró hace casi diez años, pero no solía venir, luego mi hermano y yo le pedimos trabajo y el accedió. Llevamos casi cinco años trabajando aquí. 

Dorian se encarga de los cultivos y yo de los animales, por supuesto con mas trabajadores que nos ayudan con todo. Nosotros nos encargamos de mantener el orden en la hacienda. 

El señor Morgan es aficionado a los quesos, de hecho hace su propio queso y lo vende aqui en el pueblo, supongo que lo hace por hobbie por que el es millonario. Prueba de ello es el ganado que compra para hacer los mejores quesos. 

Al igual que la siembra de maíz y granos, los vende a las empresas y hace más dinero. 

Nosotros, amamos nuestro trabajo, amamos lo que hacemos y gracias a ello, podemos pagarle la carrera a Dannielle, que viva junto a nuestra madre en la casa que tenemos en el pueblo. Todo el esfuerzo es para cuidarlas a ambas. 

El ganado se quedo en el rio y yo bajé de mi caballo con la escopeta en mano para vigilarlas. Jamás la he usado pero me gusta estar alerta a todo. 

El clima estaba fresco el dia de hoy. Pero yo, no me sentía de buen humor por lo que está a punto de pasar en la hacienda. 

No quiero juzgar a nadie pero, no quisiera tener que lidiar con una chica caprichosa. No tengo la paciencia suficiente para eso. 

—Hey hermano —Dorian venía en su caballo— ¿Sigues pensando en eso? 

—No puedo evitarlo, no sabemos con que nos encontraremos. 

—Con una chica caprichosa, pero debemos hacerlo... —me dio una hoja— No creo que nos vaya tan mal. 

Deje a un lado la escopeta para leer el papel que me entrego, eran las especificaciones del señor Morgan para la llegada de su hija. Creí que me encontraría con cosas ostentosas, pero la realidad es que es todo lo contrario, me sorprende estas especificaciones. 

Básicamente no habrá nada de lujos para ella, en el papel pedía que cerraran la piscina, guardaran los carros de golf, no habría televisión por cable al menos una semana. Para nosotros estaba bien, pero me parece un poco extraño. 

Quizá sean los gustos de la señorita, ya que jamás se sabe cómo piensan los ricos. 

—¿Sabes cuándo llega? —le entregué el papel. 

—En un par de dias, quiza cinco... No lo se, el señor nos estará avisando. Por lo pronto, fueron por las compras de la comida, las chicas del servicio están limpiando la habitación principal. 

—No se por que, pero siento que esto sera un enorme dolor de cabeza y de huevos. 

—Creo lo mismo, pero recuerda que no podemos quejarnos, el señor Morgan es quien nos paga. 

—Lo se. 

(...) 

Mas tarde. 

Después de una larga jornada de trabajo, era momento de descansar. Aquí en la hacienda se comienza a trabajar desde las seis de la mañana hasta las cinco de la tarde, solo tenemos una hora para almorzar y hacer nuestras cosas. 

Yo, junto con los chicos, arreamos el ganado a diario hacia el rio, los alimentamos con buen pasto y los llevamos a caminar, eso es primordial para la buena salud del animal. 

Como en todas las granjas, se comercializa la carne de res, de cerdo y pollo. El señor Morgan tiene animales específicamente para eso, de hecho nosotros consumimos de aquellos animales. 

El señor Morgan viene dos o tres veces al año para ver que tal esta la hacienda, nosotros le damos el balance del dinero que sale cada cierto tiempo, el fue bastante generoso en dejarnos a cargo de todo como los capataces de la misma, es un poco confiado, por que podriamos irnos lejos con todo ese dinero, pero no es nuestro estilo. 

Así no es como nos criaron a nosotros. Nuestra madre nos ha enseñado el valor del dinero y el de la lealtad. El señor Morgan nos tendió la mano, sería muy desleal hacerle una bajeza como esa. 

—Eso huele bien —dije al entrar a la cocina. 

—Siéntate, ya serviré la cena —me dijo Olga, la señora de la cocina. 

Ella es todo un amor de mujer, trabaja aquí desde hace muchos años. Tiene unas manos bendecidas. 

—Hermano —Dorian se sentó frente a mi, se quitó el sombrero y lo dejó a un lado. 

—Deberías cortarte ese cabello, está muy largo. 

—Estas loco si crees que hare algo como eso —rió—, esta cabellera, es lo que vuelve loca a las chicas. 

—No tienes remedio —negué. 

Dorian es un casanova sin remedio, ha conquistado a casi todas las chicas del pueblo. No es un hombre muy querido en el mismo, todos los padres lo quieren lejos de sus hijas. Lo único bueno de eso, es que a las casadas no se acerca, tampoco a las madres solteras. 

Las mujeres son una de sus mayores debilidades. 

Mi hermano y yo nos llevamos muy bien, jamás hemos tenido alguna diferencia ya que siempre estamos de acuerdo con todo. Somos unidos en muchos aspectos, además de que ambos somos bastantes familiares, aunque a el no se le da muy bien. 

—Aquí tienen muchachos. 

Un par de platos con estofado de cerdo, arroz y maíz fue puesto en la mesa. El comer, es algo glorioso para nosotros, pero lo mejor es que toda esta comida se cosechaba en la hacienda. 

—Gracias Olga —dijimos mi hermano y yo al unísono. 

—Me voy, mañana vendrán a terminar de limpiar.

—Por cierto —hablo Dorian con la boca llena— ¿Sabes como es la hija del señor Morgan?

—Cierto, tenemos tiempo aquí y no tiene fotos de sus hijos, solo de el y su esposa. 

—Es que el señor Morgan es un poco delicado con sus hijos, en especial con la señorita... Es que la secuestraron cuando tenía tres años, el señor Morgan es un empresario reconocido en New York y por ende tiene muchos enemigos, además de que está en la mira de todos... Hace muchos años, sacaron de paseo a la señorita y pues, los secuestradores asesinaron a su niñera, desde entonces el trata de mantener a sus hijos lo más protegidos que se pueda.. 

Tiene sentido, ya que en la casa no hay una solo foto de sus hijos. Que mal que ella haya pasado por eso estando tan pequeña. 

—Bueno muchachos, ahora si me voy.. Nos vemos mañana. 

—Adiós Olga.. 

Ella se fue, por lo general nadie se queda en la hacienda ya que todos tienen familias, así que mi hermano y yo nos quedamos aquí a cuidar los sembraríos, los animales y la casa. 

Nosotros implementamos un sistema de seguridad a los alrededores. Nadie entra sin ser electrocutado. Así que estamos seguros por así decirlo. Pero igual, antes de dormir hacemos un par de rondas. 

—Esto, está delicioso.. 

—No hables con la boca llena, cerdo. 

—El cerdo está rico —rió—, por cierto ¿cuando iremos a ver a mamá? Dannielle me dijo que ha estado triste por que no vamos a verla.. 

—Cuando nos toque ir por insumos —el asintió.

—¿A que no adivinas quien me llamo? 

—No se.. —seguí en mi comida. 

—Brenda —detuve mi acción y lo mire—, dijo que quería vernos. 

—Olvídalo. 

—Oye hermano.. Ella solo quiere vernos. 

—Te dije que lo olvidaras, ya se como termina eso. 

—Ryan, que hayamos tenido sexo con ella no quiere decir que volver a pasar. 

—Dorian, ella no es de las que se quedan con las ganas ¿lo sabías? Esa noche estábamos tomando y no sabíamos lo que hacíamos.. 

Cometimos la genial locura de acostarnos con la misma mujer hace dos años, fue un momento de copas y no me resisti al verla montar a Dorian, quería formar parte de eso así que hicimos esa tontería. 

Luego ella quedó con ganas de repetirlo, pero yo no y Dorian tampoco, duramos un par de días sin hablarnos de lo incómodo que fue al dia siguiente. 

—Lo se, no te preocupes que rechacé su invitación. 

—Eso espero, eso de tener sexo con una misma mujer no fue nada agradable... 

—Que mentiroso eres —me miró de manera acusadora—, somos hermanos y compartir la misma mujer no es nada malo. 

—Estas loco ¿no? ¿Estás oyéndote? —reí.

—No tiene nada de malo.. 

—Oh hermano tiene todo de malo —le di un trago a la cerveza—, tu eres territorial, yo igual. Eres celoso y dominante, yo igual... ¿Cómo podríamos lidiar con algo así? Jamás compartimos algo, ni siquiera un maldito juguete ¿que te hace creer que lo haremos con una mujer? 

—Pues, lo hicimos con Brenda. 

—Fue una noche de sexo Dorian, no es lo mismo.. O responde ¿que harías si me ves besando a la mujer que te gusta y quieres para ti? 

—No se como reaccionaria —murmuró. 

—Ni tu mismo lo sabes, así que saca esa loca idea de tu cabeza... Ambos queremos familias, queremos casarnos, pero no con la misma mujer, eso jamas pasara. 

—¿Temes por lo que digan los demás?

—No por mi, si no por la mujer.. La sociedad ve todo mal, desde lo más mínimo... Y ella, sería blanco de críticas, si llegamos a tener hijos, podrían decir que somos incestuosos  —suspiré—, por donde lo veas, esta mal. 

—Lo se hermano pero... ¿No te lo has imaginado siquiera una vez? El compartir una misma esposa, una misma mujer, por que yo si. 

—Me tienes que estar jodiendo Dorian —reí. 

—Hablo en serio, suena loco lo se, pero... A mi mente llega esa loca idea de poder tener a la misma mujer —se encogió de hombros—, sería algo nuevo para ambos. 

Definitivamente, el sol le hizo daño a mi hermano. La sola idea de hacer algo como eso, es complicado por todos lados. 

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