Algo bueno.
A pesar de su seriedad y malhumor nos estamos llevamos bien,
— Ibrahim... ¿Cuánto kilómetros más, tenemos que viajar?
—Mucho…
Ni me mira, simplemente sigue conduciendo tranquilo.
—¡Sólo eso! , merezco saber dónde me estás llevando.
—¡Lo sabrás , muy pronto!
No sabe lo desesperada que estoy por dentro, para él todo esto es normal.
—¿ Cómo sabré, si no me estás mintiendo y eres tu quién quieres hacerme daño?
—¡ No lo sabrás! Sólo te queda confiar.
Él era un hombre frio y misterioso, no le gustaba hablar mucho y menos explicar las cosas.
—¿Por qué, me estás ayudando?
Sigo la conversación a pesar de no tener muchas respuestas.
—Ya dije…
Volteo a mirarme.
—¿Es todo? No piensas en darme más razones concretas.
—Si, es todo…
Volviendo a mirar su camino, había mucho polvo y humo casi no se podía distinguir el camino.
—Eres raro, yo no creo en eso—¿Me escondes, algo?
Volteó a mirar por la ventanilla del automóvil.
—¿Realmente quieres, saber todo?—Eres muy insistente.
—Si,