Me remuevo en la cama. Y ya me estoy estresando. Dos cosas, hace mucho calor y algo está sonando. Veo que tengo un agarre en mi cintura. Confusa me giro y lo veo.
-Alessandro, pss -Le digo susurrando.
-Mmmm....un ratito. -Dice con voz ronca.
-Levántate, tenemos que ir a la dichosa cena.-Le digo queriéndome apartar, -anda ya, suéltame.
-No quiero,- aprieta más el agarre en mi cintura. Es como un niño pequeño.
Veo que lo que suena es la alarma,me estiro un poco y la apago...pero gran error. Al bajar la mirada, el señorito ya está despierto...y estamos cara a cara, a pocos centímetros de nuestras bocas. En un rápido movimiento me pone debajo de él.