—Mi señora…—susurró mientras su mano libre me quitaba los pantalones junto con la ropa interior antes de bajar la cabeza y empezar a besarme allí, haciéndome gritar de placer.
Sus labios se convirtieron en la llave que me llevó al cielo por primera vez. Momentos después, volvió a levantar la cabeza y se acercó a mí mientras reclamaba mis labios.
—¿Estás lista, mi señora? — Me preguntó mientras se colocaba.
—Siempre lista para ti—. Dije sonriendo.
Entró y todo lo que hice fue gritar su nombre mientras alcanzábamos el cielo juntos. —Te amo...— Susurro antes de quedarme dormida.
—Este es mono—. arrullo burlonamente a Ryan. Los dos estamos tumbados en la cama y yo hojeo las páginas de su álbum de fotos. No sabía que le gustaba guardar cosas sentimentales y tenía montones de fotos de cuando era niño. Empezando por la casa de acogida, su foto cuando papá lo acogió y el resto son sus fotos cuando estaba en el Royals.
—Dijiste que era guapo en todas mis fotos que parezco un desastre—. R