Blair: Serie Walsh 2
Blair: Serie Walsh 2
Por: Paola Arias
Nota-Introducción

Nota: Hola, hola mis amores. Espero se encuentren muy bien.

Aquí vengo con el segundo libro de la Serie Walsh. Espero les guste como el primero y me puedan dar todo su apoyo como siempre. Sé que quedaron muchas dudas e incógnitas en Holden, que aquí y en los siguientes libros se van a resolver. 

Advertencia de contenido violento, vocabulario soez, violaciones, torturas, una trama que se desenvuelve en el bajo mundo. Como les había dicho en la anterior, Holden era la más suave porque él ya no hacía parte del mundo de sus hermanos, pero aquí ya se verá más violencia. Y pues nada, espero que disfruten del libro y de su desarrollo.

No tengo día establecido para publicar capítulos, así que les pido mucha paciencia. 

¡Les deseo una lectura apoteósica! 

¡Los adoro! 

✪✪✪

Introducción

Por más que Holden me había advertido para su partida, no estaba para nada preparada para verlo marchar. Hoy no es un día común y corriente en esta m*****a casa, es uno de los peores días que he podido vivir luego de la muerte de mis padres. Mi apoyo, mi confidente, mi alma gemela, mi otra mitad se va de mi lado y no sé cuándo podemos estar juntos nuevamente. Lo peor de su partida, es saber que se va con su mejor amigo.

Mis padres decían que no querían que su familia se derrumbara tras la muerte de uno de ellos, pero eso era tan inevitable, pues ¿qué se puede esperar al estar involucrado en un mundo de crimen y droga? Ellos eran conscientes de que todo iba ir de mal en peor en cuanto les dieran de baja, es por ello que nos prepararon desde que éramos unos niños. Nos enseñaron toda la maldad del mundo, antes que allá fuera nos la hicieran conocer. Ellos sabían que no había mayor legado que la descendencia, de ese modo, el negocio crecería cada vez más.

Mis hermanos mayores son de témpanos de hielo, uno es más agradable y sociable que el otro, pero ambos son demasiado fríos cuando se lo proponen. Son calculadores, silenciosos y mortales. Nacieron por separado, pero es como si hubieran nacido el mismo día y a la misma hora. No suelen equivocarse y no dan un paso sin estar precavidos. 

Holden siempre se mostró ajeno al mundo en el que nacimos. Mientras era obligado a usar un arma para aprender a defenderse, en su mente no veía la hora para poder escapar y no ser encontrado por mis padres. Mientras yo me sumergía en aprender a cazar y a matar, él se perdía entre cientos de libros. Compartimos vientre, un físico que lo único que nos hace diferente es lo que tenemos entre el medio de las piernas, pero a la vez somos tan opuestos. 

Mi hermano mellizo quiere paz, yo quiero ver muertos a todos aquellos que participaron en la muerte de mis padres y no descansaré hasta tenerlos de rodillas, suplicando un perdón que nunca les daré. La m****a italiana quedará hecha añicos, de eso puedo jurarlo.

No solo mi hermano se va de mi lado, sino aquel chico que, desde la primera vez que vi, supe que quería como compañero de vida. He tenido sentimientos muy fuertes por Tanner desde que tengo uso de razón, pero jamás me he atrevido a confesárselos por temor a su rechazo. Aparte es un mujeriego sin remedio que tiende a cambiar de mujer cada vez que puede o se aburre, por lo que he mantenido todo lo que siento por él en secreto. Nadie, ni siquiera Holden, sabe sobre mis sentimientos.

Me conformé con tenerlo cerca. Era feliz verlo día a día, así fuese para discutir con él y llevarle la contraria. De cierta manera, incordiar con él, me hacía sentir que iba tomada de su mano y no detrás suyo. Pero ahora que se va, ¿qué se supone que voy a hacer con todo lo que tengo en mi corazón? No quiero que se vaya, es más, me encantaría irme con ellos, ser valiente y confesar mis sentimientos, pero tengo una misión muy importante que no puedo dejar atrás por nada del mundo. Sé que está Aedus y Maxwell para cumplirla, pero yo también quiero ser parte de esa venganza.

—Te hallaba lloriqueando, como la mocosa fastidiosa que eres —Tanner me sacó de mis pensamientos, entrando a mi habitación como si se tratase de la suya—. Ya sabes, con eso de que me voy, debes estar en la más honda pena. 

—Sigue soñando, idiota —sonreí—. No te imaginas lo feliz que estoy al saber que no tendré que verte la cara de payaso nunca más. 

—Sé que me extrañarás —pellizcó mi mejilla, antes de tomarme del mentón y hacerme mirarlo a los ojos—. Aunque lo niegues, sé que lo harás. 

Mi corazón se saltó un latido, no solo por su repentina acción, sino también por su cercanía. Sentía el aroma de su perfume calarse en mis sentidos y no pude evitar aspirarlo, grabando en mi memoria el aroma que desprende todo su ser. 

Sus ojos brillaban de una manera tan intensa, que no fui capaz de sostenerle la mirada por más tiempo. Supe que estaba jugando conmigo cuando soltó una risita y retrocedió, dejándome en claro que todo lo que yo sentía por él no era correspondido de la misma forma. 

—¿Qué quieres? —ignoré la punzada de dolor que se plantaba en mi pecho y le di una mirada de fastidio, escondiendo mi verdadero sentir en lo más profundo de mí—. ¿No deberías estar haciendo tus maletas, despidiéndote de todos los empleados o cogiendo con la cocinera? ¿Por qué tienes que venir a fastidiarme a mí, habiendo tantas personas en esta casa?

—A mí me gusta mucho más venir a molestarte a ti, es que ninguna me rebate como tú. Además —guardó las manos en los bolsillos de su pantalón y sonrió ladeado—, quería que diéramos un pequeño paseo por la playa antes de irme.

—¿Y por qué conmigo? Dile a Aedus que te lleve de la manito porque quizás te puedes ahogar en la orilla de la playa.  

—¡Joder, solo di que sí y ven conmigo! —vociferó—. ¿Por qué carajos eres tan complicada? 

—No entiendo para qué quieres que vaya contigo a la orilla de playa. 

—Porque sí, punto final. No preguntes más.

Pensaba responderle una vez más, pero me tomó de la mano y me llevó arrastras por toda la casa hasta la playa. Mi corazón latía muy deprisa y la emoción que sentía correr por mi cuerpo jamás la había sentido antes. ¿Cómo algo tan simple como estar a solas e ir de su mano puede causarme tanta emoción? No recuerdo haberme sentido de esta manera cuando tuve sexo por primera vez con uno de los guardaespaldas de mi padre. Es más, mi primera experiencia en la cama fue tan triste y vacía, porque en mi mente tenía a un idiota y entre mis piernas a otro. 

Tanner me hizo sentar en el muelle antes de hacerse a mi lado y entregarme una cadenita de oro. El silencio reinaba entre los dos, pero podía sentir como se iba acercando a mí, algo que me mantenía con el pulso a mil. Estaba siendo muy difícil ocultar mis emociones, cuando todo lo que soñé estaba a mi lado y lo podía palpar. 

—¿Y esto a qué se debe? —pude formular—. ¿Hay una bomba oculta o qué?

Soltó una risita, observando la inmensidad del mar que se abría frente a nosotros. 

—Si quisiera matarte, primero te amarraría muy bien de pies y manos, porque eres muy escurridiza. Luego marcaría cada centímetro de tu piel para después hacerte picadillo y darte a los tiburones como ofrenda de paz. Aunque con tu maldad, dudo mucho que te acepten. 

—Eres un imbécil con todas sus letras.

—Y tú muy lenta para captar mis palabras —murmuró y golpeé su brazo. 

—Explícame lo que quieres decirme, porque no te entiendo absolutamente nada de lo que estás diciendo. Hablas puras incoherencias. 

—Déjame ponerte el collar —antes que le dijera que sí, me lo arrebató de las manos y me lo puso, acariciando mi piel con total sutileza—. El dije hace juego con tus ojos. 

Sentí el rostro caliente y que mi corazón se aceleraba más de lo que se encontraba. ¿Por qué hace todo esto? 

—En el interior del dije hay un chip, con el que puedes acceder a mi ubicación sin importar lo lejos que me encuentre y tener acceso a una línea telefónica que solo tú conocerás.  

—¿Por qué me estás diciendo esto?

—Porque confío en ti si algo llega a salir mal.

—No te vayas —fue imposible contener mi boca—. No quiero que lo hagas. 

—Ven con nosotros, Blair —me hizo mirarlo, girando mi rostro con sus manos—. No tienes que quedarte si no quieres. Podemos hacer la vida que tanto queremos y ser lo que un día soñamos y aquí no podemos ser. 

—No puedo irme y lo sabes. 

—Tanto odio y venganza en el corazón no son buenos —acarició mi mejilla con suavidad, estremeciendo todo mi ser de pies a cabeza—. Olvídate de todo y ven conmigo. con Holden.

Una punzada en mi pecho me hizo abrir los ojos y notar que Tanner estaba a centímetros de mí, acariciando mi rostro con una lentitud agonizante y mirándome fijamente, esperando una respuesta de mi parte. Jamás había visto una mirada tan profunda en él.

—Me enamoré de ti desde que te vi por primera vez, y en este cambio de vida que estoy a punto de emprender, quiero que seas tú la mujer que vaya de mi mano —cortó con el poco espacio que nos separaba y me besó, paralizando el mundo entero a mi alrededor. 

El beso duró lo que tenía que durar, hizo que todos mis secretos salieran a la luz, aseguró que su corazón era muy compatible con el mío y que mis deseos e ilusiones pertenecían únicamente a él, pero lo dejé ir, porque no podía ser tan egoísta y pedirle que se quedara conmigo a cumplir con una venganza que no es suya, cuando él tenía tantos sueños por delante que cumplir. 

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