86. También es mi guerra
Penelope
Han pasado 15 días de engañosa calma y las tensiones entre las manadas solamente han incrementado. Nosotros seguimos quedándonos junto a Samuel, aunque Nick se ha estado moviendo por las distintas manadas para asegurarse de que todo el mundo esté preparado.
Sin embargo, desde hace días tengo una sensación en el cuerpo que no me deja descansar y he tenido sueños cada vez más extraños.
Dejo salir un suspiro y decido que lo mejor es que ayude a hacer las rondas de seguridad, el encierro no me ayuda en nada y el hecho de que Nick no haya llegado solo me pone peor.
Salgo de la habitación y llego hasta el playón en dónde los lobos se encuentran preparándose para sus tareas y me acerco hacia dónde Marcus se encuentra, este al verme me regala una sonrisa que no dudo en regresar.
Luego de todo lo que pasó he mantenido una amistad con el beta.
—Mira nada más, pero si es mi hibrida favorita—me dice Marcus consiguiendo que me ría.
—Soy la única que conoces—le digo negando con la cabeza y