104. ¡YA NO MÁS!
Penelope
Regresar a la manada en la que crecí genera sentimientos contradictorios en mí.
Nos encontramos ocultos en las sombras viendo de frente a la mansión del alfa Frederick y a los 3 guardias que cuidan la entrada, podríamos derribarlos y entrar pero eso encendería todas las alarmas, así que estamos esperando el cambio de turno.
Siempre me dije que lo que quería era irme de este lugar y nunca regresar. Ser libre. Sin embargo, mientras observo las calles oscuras de lo que en su momento fue mi pesadilla y mi hogar siento una nostalgia que no pensé posible y por la manera en que los ojos de Nick recorren el lugar sospecho que se encuentra igual.
Estiro mi mano y sostengo la suya para dale un leve apretón que consigue que esos ojos que amo con toda el alma se posen en mi.
—¿Estás bien?—pregunto y siento que acabo de hacer la pregunta más tonta de todas.
Veo como Nick aprieta la quijada antes de relajarla y su mano tira de mí para tenerme entre sus brazos y dejar un beso en la coronilla