Comienza la venganza
Valentina estaba en shock, no asimilaba la noticia, en un segundo el hogar que había construido por tantos años, se había destruido.
Estaba tan impactada que no pudo aguantar más la presión, y de pronto, cayó desmayada al suelo. Alejandro enseguida la cargó y la acostó en el sofá, estaba muy asustado.
— ¡Valentina, mi amor! ¿Qué te pasa? ¿Qué tienes? ¡Despierta, por favor!
Eloísa se acercó y le dijo molesta:
— Después de una noticia tan horrible como esa, ¿qué pretendías? La pobre no aguantó la impresión de haber descubierto la clase de marido que tiene.
Sandra fue rápidamente por alcohol y le colocó la botella debajo de la nariz a ver si así reaccionaba. Al cabo de unos minutos, Valentina comenzó a abrir los ojos con dificultad y, cuando pudo recobrar la conciencia, se llevó las manos a la cabeza mientras decía algo confundida:
— ¿Pero qué me pasó? Sentí que todo me dio vueltas y después vi todo negro y no supe nada más de mí.
Alejandro la tenía agarrada de