Trevor.
-¿Qué haces aquí, Trevor? – me pregunta Maxine con la voz derrotada.
Se ve triste y cuando la veo un poco más detenidamente me doy cuenta de que está llorando en silencio.
-Me gusta venir aquí de noche, todo está en calma y puedo pensar – respondo.
Ella asiente con la cabeza y sé que no quiere hablar porque no quiere que me dé cuenta de que está llorando, incluso aunque ya sea muy tarde para eso.
-¿Qué pasa, Prior? ¿Por qué estás aquí a medianoche y llorando? – pregunto después de un rato de silencio.
-Vine aquí a pensar, igual que tú.
Su respuesta es demasiado vaga para alguien como ella, a quien se le salen las palabras hasta por los ojos.
-Estas muy callada esta noche.
-No tengo ganas de hablar – está vez ella sorbe po