Salí de la habitación aseada y perfumada con unos vaqueros bien ajustados unas hermosas zapatillas con tacón y una camiseta, mi pelo suelto pero esta vez lacio; algunos que otro accesorios sin faltar jamás mi reloj, con destino a donde mi lobo jajaj era extraño después de querer irme de aquí y hacer berrinches estaba totalmente dispuesta a vivir aquí y olvidar mi vida en la ciudad para ser la luna de esta manada y ser de deimon.
Iba muy feliz baje las escaleras hasta que me encontré en la sala a la madre de deimon sentada ahí leyendo unos papeles y a su padre que cuando me vio me dio una gran sonrisa la cual recibí con mucho agrado, la madre de deimon subió la mirada hacia mi no sabía si saludarla o simplemente ignorar su presencia pero no iba a actuar como ella
—buenos días señora y señor-
—buenos días abril ¿como amaneciste?-
pregunto el papá