Capítulo 35. Poderoso deseo
Julia golpeó la puerta de la habitación con suavidad varias veces.
Marco le había pedido que la despertara, incapaz de hacerlo él mismo.
-¿Señorita Rice? ¿Se encuentra bien?
Ámbar se despertó con lentitud. Se había quedado dormida mientras trabajaba y toda la habitación se había oscurecido al hacerse de noche. Sólo entraba un poco de luz del exterior, proveniente del inmenso parque de la mansión
-Adelante Julia, lo siento…
La empleada entró mientras ella se levantaba y encendía la luz.
-Me quedé dormida. ¿Marco ya regresó?
-Sí, señorita. El señor Rizzo la está esperando en el comedor pequeño para cenar. Ya está todo listo. ¿Le digo que necesita más tiempo?
Ámbar se miró rápidamente en el espejo y acomodó su cabello.
-No, estoy lista, gracias, ahora bajo.
No se atrevería a reconocerlo en voz alta, pero estaba ansiosa por verlo de nuevo. El día le había parecido eterno, y deseaba estar con él aunque sea un rato.
Bajó los escalones rápidamente, de dos en dos, y se encontró pronto con l