CAPITULO 53 : M´ÉXICO II.
Alicia abrió uno de sus ojos, pero la obscuridad de la habitación no la dejaba ver nada. Se acercó al buró de la cama y encendió una de las lámparas. Al voltear a ver a la cama nuevamente, vio a Axel que dormía. Se acercó a él y lo abrazó dándole pequeños besos en sus ojos y sus mejillas. Axel poco a poco abrió los ojos viendo a Alicia frente a él.
—¿Ya anocheció?
Preguntó Axel, un poco adormitado.
—Ya, amor.
—¿A dónde quieres ir?
—Podríamos quedarnos aquí.
Alicia dijo con su voz dulce.
—Sí, claro.
—No sé por qué estoy muy cansada.
—Por el viaje, hemos viajado dos veces en esta semana; aunque no hayan sido muchas horas, es pesado.
Él se frotaba los ojos.
—¿Tú crees?
—Sí, podemos pedir algo de comer con servicio a la habitación, además haremos algo que te gusta a ti.
—¿A mí?
La curiosidad de Alicia era evidente.
— Ver una película.
—¡Ah!
—¿Qué estabas pensando?
—No, nada, nada.
Alicia estaba muy avergonzada.
Axel pidió servicio a la habitación; cuando terminó de ordenar, quiso darse una