Alicia y Axel habían hecho nuevamente el amor; cada vez que esto pasaba, los sentimientos de ambos crecían sin control. Alicia permanecía abrazada a Axel.

—¿Tienes hambre?

Preguntó a Alicia para después darle un beso.

—Sí, mucha en realidad.

—Espero no se haya enfriado mucho la comida.

Axel se colocó la ropa interior después de la bata que se había quitado Alicia. Fue por otra para Alicia; ella se puso también su ropa interior además de la bata. Los dos fueron a la pequeña sala lujosa que había en la habitación.

Alicia se sentó en el sillón y cruzó sus piernas en posición de flor de loto; Axel se sentó a su lado. Los dos comían mientras platicaban sobre el viaje.

Después de terminar de cenar, siguieron hablando por más tiempo.

—¿Qué hora será ahora?

Preguntó Alicia.

Axel revisó su teléfono.

—Las 2:00 de la mañana.

Alicia se levantó del sofá y se acercó a la enorme ventana que había en esa sala. Las luces de la ciudad se veían hermosas.

—Es una hermosa vista, ¿no lo crees?

—Sí, muy herm