CAPITULO 32 : NOCHE.
Alicia y Axel entraron de nuevo al salón, se dirigieron a su mesa; Axel pidió a un mesero una copa de vino tinto para Alicia y el mesero se lo llevó de inmediato. Alicia estaba a punto de tomar de la copa.
—Tú no bebes, Alicia.
Alicia levantó la mirada; era Gabriel, que estaba parado frente a ella.
—Eso era antes, Gabriel.
Los dos se vieron de manera seria; Gabriel suspiró.
—¿Puedo hablar contigo un momento?
Alicia se sorprendió de la pregunta; Axel solo vio a Gabriel, que esperaba la respuesta de Alicia.
—Tu prometida lo puede malinterpretar, ¿no crees?
—Alicia, ¡por favor!
Alicia tomó un sorbo del vino sin importarle lo que Gabriel quería.
—No. Gabriel, no es el lugar, no quiero; tu novia puede molestarse.
—Está bien, Alicia, a veces tiendes a ser terca, ¿no lo crees?
Gabriel se dio la media vuelta, pero se detuvo y regresó ante Alicia.
—Estás muy bella esta noche, luces preciosas.
Alicia no entendía a Gabriel. Unas veces le decía cosas hirientes y algunas otras veces no.
—Gracias.