Axel salió de la habitación y solo tardó unos minutos y regresó con unas cremas y unas vendas.
—Encontré esto, solo debo frotarlo, generar un poco de calor y vendarlo; te daré una pastilla para el dolor y la inflamación. ¿Está bien?
—Ok, está bien y...
Respondió Alicia, temerosa.
—¿Y…?
—¿Dónde dormiré?
—Mmm, si gustas, puedes usar la habitación de Gema; es que la de huéspedes se convirtió en un cuarto de juegos y biblioteca de ella.
—No. Como crees, es su espacio; no podría.
—Entonces dormiremos aquí en la cama... juntos.
—¿Juntos? Ehhh... Ok.
Alicia respondió apenada, sabiendo que no había más opciones.
—Déjame ir por un pijama mío para que te quites esa ropa y duermas cómoda.
Axel caminó hacia un guardarropa y sacó un pijama. Este era un conjunto de pantalón y camisa.
—Usa este; tal vez el pantalón te quede un poco grande.
Axel ofreció el pijama a Alicia.
—Gracias.
Alicia tomó la ropa y vio a Axel.
— ¡Ahhh! ... Sí. Te dejo vestirte; voy por las pastillas y el agua.
Axel salió de la h