GALENKA
Un olor ya conocido y anhelado para mi estoy sintiendo, no cabe duda que es el, pero mis ojos se sienten demasiado pesados y mi cuerpo cansado para poder abrir y comprobarlo. Necesito ponerme de pie, pero estoy tan débil que siento mis latidos pausados, como agonizando.
Su calor cubre todo mi cuerpo, es diferente a como podía percibirla antes.
─Galenka mi amor, despierta mi amor te necesito y no sabes cuánto mi amor─su voz, el me esta llamando, por el debo seguir, no puedo rendirme tan fácilmente, no puedo.
Es el, pero o tengo la fuerza suficiente para contestarle, decirle que lo amo, que también lo necesito, pero sencillamente hay algo que no me deja avanzar, salir de esta prisión.
─Crees que te dejare ir, y que vuelvas a encerrarme.
Samay está justo detrás de mí, giro para ver aquella mujer que no debería ser diferente a mí pero que definitivamente somos muy distintas.
Su hambre de poder, de destrucción es incontrolable y no puede volver a surgir.
Me esfuerzo por enfr